• Imágen construida gracias a la red de Sketchfab de los magníficos vestigios de la entrada a la antigua Nimrud, en Irak.
Publicada: miércoles, 25 de enero de 2017 18:32
Actualizada: viernes, 27 de enero de 2017 19:44

Un ejército de cibervoluntarios crea una plataforma en la que más de 300 usuarios reconstruyen el patrimonio aniquilado por los terroristas de Daesh.

Cada martillazo que los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe) propinaban con saña a las esculturas del Museo de Mosul (Irak) en febrero de 2015 ha quedado grabado en la memoria colectiva de los ciudadanos de otros países, atónitos al observar un vídeo que corría por los medios de comunicación y las redes sociales. Ese era el objetivo: provocar el horror y la indignación destruyendo vestigios de Mesopotamia, la cuna de las primeras civilizaciones y vínculo entre Oriente y Occidente.

Con cada golpe, a Matthew Vincent, nacido en Seattle (EE.UU.), se le encogía el estómago frente al ordenador de su despacho en el Centro de Arqueología Virtual Digital MED de la Universidad de Murcia (UMU).

Automáticamente, Vincent inició un debate en el grupo de Facebook que mantiene con los otros 19 investigadores becados de la Red de Formación Inicial para el Patrimonio Cultural Digital (ITN-DCH, por sus siglas en inglés).

“No quería quedarme solo en la protesta y lancé la idea de crear un proyecto solidario de crowdsourcing para recuperar los restos que estaban siendo aniquilados mediante una plataforma online y recurriendo a la realidad virtual, que es nuestra área de estudio”, recuerda Vincent.

La idea enseguida motivó a su colega Chance Coughenour, otro estadounidense, que trabaja para el Instituto de Fotogrametría de la Universidad de Stuttgart (Alemania).

Precisamente las técnicas de fotogrametría eran la clave para recrear en el ciberespacio el patrimonio arrasado. La plataforma inicialmente proponía a voluntarios de cualquier parte del mundo subir imágenes de las piezas perdidas que hubiesen obtenido en viajes turísticos y visitas profesionales.

La plataforma del proyecto, ahora llamado rekrei.org (de la palabra que en esperanto significa ‘recrear’), se ha ampliado ya a medio centenar de lugares devastados por guerras y desastres naturales en todo el planeta.

“A partir de las fotos de un objeto o una superficie, podemos deducir sus formas y dimensiones gracias a la fotogrametría. Se trata de una técnica donde la principal fuente de información es la simple fotografía, y a partir de sus dos dimensiones se puede recrear el objeto tanto en 3D como en 4D, lo que le añade el tiempo y el movimiento”, explica Coughenour.

La respuesta que obtuvieron en la Red fue apabullante: decenas de voluntarios de todas las partes del mundo subían sin cesar a la web miles de imágenes, tanto de los restos de Mosul como de otras ciudades históricas de Oriente Medio destruidas por los extremistas, tales como Palmira.

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