La nueva nave, originalmente un barco portacontenedores con 243 metros de eslora y 32 metros de manga, está a punto de convertirse en el nuevo y más poderoso “barco base” del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, una plataforma logística móvil para fines militares.
Una imagen recién publicada del Mahdavi en el astillero de Bandar Abás (en el sur del país), muestra que la segunda “ciudad flotante” del CGRI, se está equipando con nuevos emplazamientos de armas y avanzados sistemas de radares en la popa.
El buque base que después de ser reacondicionado, estará entre los barcos más grandes de Irán, recibió su nombre en honor a Nader Mahdavi, uno de los siete miembros del Cuerpo de Guardianes que cayeron mártires en un enfrentamiento con la Marina de Estados Unidos en octubre de 1987 durante la guerra impuesta por Irak a Irán.
El Mahdavi aumentará enormemente el poder de la Armada iraní en las estratégicas aguas del Golfo Pérsico, y reforzará la capacidad del país para extender su presencia en las aguas internacionales, según informó la agencia local de noticias FARS.
La Fuerza Naval del CGRI adquirió su primera “ciudad militar flotante”, llamada ‘Mártir Rudaki’, en 2020. Esa avanzada nave transatlántica está equipada con distintos aviones de combate, drones y sistemas de misiles.
Además, cuenta con diferentes tipos de armas con tecnología de punta, incluidos los sistemas de misiles tierra-tierra y tierra-aire, radares tridimensionales y sistemas antimisiles ‘Tres de Jordad’, el cual es capaz de rastrear cuatro objetivos enemigos y destruirlos con ocho misiles al mismo tiempo.
Una vez instalados en el barco base Mártir Mahdavi, los sistemas ‘Tres de Jordad’, con un alcance de 200 kilómetros, alcanzarán la profundidad de las aguas del Golfo Pérsico y podrán proteger las instalaciones vitales en las costas sureñas del país, según agregó el informe.
Los expertos militares iraníes opinan que los megabarcos logísticos militares, como Mártir Mahdavi y Mártir Rudaki, podrán garantizar también la seguridad de las líneas de transporte marítimo y brindar asistencia a las flotas comerciales iraníes y de los países regionales en alta mar.
En los últimos años, las fuerzas navales del Ejército y del CGRI han incrementado su presencia en las aguas internacionales para velar por la seguridad de las rutas ante los ataques piratas y para contrarrestar los barcos estadounidenses que violan repetidamente la soberanía de las aguas jurisdiccionales de Irán, especialmente en el Golfo Pérsico.
Las Fuerzas Armadas iraníes subrayan que no buscan una guerra con nadie, pero advierten que responderán a la más mínima intención de socavar la seguridad de Irán, especialmente en el Golfo Pérsico, zona que es considerada una de las líneas rojas de la República Islámica.
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