“Si queremos trabajar por los estadounidenses, debemos aceptar a los nuevos actores del escenario económico mundial y debemos asegurarnos de que respeten los fundamentos del sistema que hemos creado y que nosotros tengamos una voz central en la elaboración de las nuevas reglas”, ha dicho Jacob Lew en un discurso en el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, en inglés), en Washington.
En particular, Lew ha resaltado la posición de China, de la que ha dicho que posee una “responsabilidad compartida” con EE.UU., por ser ambas las “dos mayores economías” del planeta.
Si queremos trabajar por los estadounidenses, debemos aceptar a los nuevos actores del escenario económico mundial y debemos asegurarnos de que respeten los fundamentos del sistema que hemos creado y que nosotros tengamos una voz central en la elaboración de las nuevas reglas”, ha declarado Jacob Lew, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
Con el fin señalado en mente, el alto responsable financiero estadounidense ha marcado varias directrices para la política económica exterior de su país.
En primer lugar, ha dicho, Washington debe “trabajar con (sus) socios para seguir modernizando el Fondo Monetario Internacional (FMI), permitiéndole que intensifique la supervisión de asuntos capitales como los tipos de cambio, los desequilibrios de la balanza por cuenta corriente y las insuficiencias de la demanda agregada mundial”.
El economista ha calificado el FMI de “símbolo del liderazgo de los EE.UU. desde su fundación” al término de la IIª Guerra Mundial. “El hecho es que las instituciones financieras internacionales amplifican la influencia de Estados Unidos en el escenario internacional”, ha aseverado.

En segundo lugar, Lew ha abogado por “hacer más eficientes y efectivos al Banco Mundial y a los bancos regionales de desarrollo” de modo que puedan hacer frente a crisis y catástrofes regionales.
La “modernización del sistema comercial mundial” es la tercera de las asignaturas planteadas, para lo cual Estados Unidos debe “impulsar funcionalidades innovadoras”, así como “nuevos acuerdos de comercio”, entre los que ha citado el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).
El alto responsable estadounidense ha abogado también por “seguir dirigiendo los esfuerzos por reformar el sistema regulatorio financiero internacional” para “prevenir la repetición de crisis financieras”.
Ha mencionado igualmente como objetivo estadounidense la “continuación” de la lucha contra la financiación del terrorismo, la corrupción y el blanqueo de capitales.
Por último, Lew ha llamado a mantener las relaciones de su país con naciones como “Brasil, Argentina, La India y México” mediante la “facilitación de las inversiones”, la “mejora de la aplicación de las reglas fiscales”, la “promoción de la inclusión financiera” y la “lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo”.
La llamada a integrar a los “nuevos actores del escenario económico mundial” integrándolos en sistemas de reglas diseñadas por Washington ha sido interpretada por algunos observadores como una objeción a las propuestas proteccionistas de candidatos presidenciales como el socialista demócrata Bernard Sanders o el magnate populista Donald Trump, que defiende establecer fuertes barreras arancelarias a los productos chinos.
Lew, recuerda la agencia de noticias francesa AFP, hizo campaña durante años para que el Congreso estadounidense aprobase, a finales de 2015, una reforma del sistema de gobierno del FMI, institución que esta misma semana celebrará —al igual que el Banco Mundial— su asamblea general.
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