Patrick Meehan, congresista republicano y representante del estado de Pensilvania, renunció a su escaño en la Cámara de Representantes de EE.UU., según un comunicado emitido el viernes, unos tres meses después de que el diario local The New York Times le acusara de haber entregado dinero público a una víctima de acoso sexual para llegar a un acuerdo.
Todo empezó en el año 2017, cuando la antigua ayudante de Meehan denunció proposiciones románticas no deseadas por parte del congresista, también miembro de la Comisión de Ética de la Cámara Baja estadounidense, encargada de investigar abusos de carácter sexual, como los protagonizados por John Conyers, Blake Farenthold y Ruben Kihuen.
Tras el informe del diario estadounidense, el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., Paul Ryan, instruyó a la misma Comisión de Ética emprender una investigación al respecto.
Con el conocimiento de que no me presentaré a otro mandato, he decidido que dimitir ahora va en favor de los votantes a los que he estado honrado en servirles”, dice el congresista republicano estadounidense Patrick Meehan.
Meehan, casado y con tres hijos, justificó que su renuncia se debía a una decisión personal, mientras prometió devolver al Departamento del Tesoro los 39.000 dólares del dinero público que fueron pagados desde “una cuenta de su oficina”.
“Con el conocimiento de que no me presentaré a otro mandato, he decidido que dimitir ahora va en favor de los votantes a los que he estado honrado en servirles”, remarcó.
El caso de Meehan alargó aún más el libro de escándalos sexuales de personalidades estadounidenses, que incluso involucran al presidente, Donald Trump.
Este tipo de escándalos se han producido recientemente también entre los actores y productores de Hollywood, y sectores como el militar registran un elevado número de casos de agresiones sexuales.
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