“Hay muchas cosas que podemos hacer, podríamos cortar toda la relación”, ha advertido este jueves el mandatario estadounidense, Donald Trump, abordando las posibles medidas de represalia que su Administración podría tomar frente a Pekín, al que acusa, sin prueba alguna, por ser responsable del brote del coronavirus.
En una entrevista con la cadena local de televisión Fox News, el inquilino de la Casa Blanca ha afirmado, asimismo, que cortar el vínculo sería positivo para la economía de Estados Unidos. “¿Qué pasaría? Ahorraríamos 500 mil millones de dólares”, ha indicado sin ofrecer más detalles.
Tras destacar su buena relación con el presidente chino, Xi Jinping, Trump ha manifestado su molestia, señalando que por el momento no quiere hablar con él.
Las ya por si tensas relaciones de China y EE.UU. parecen estar en su peor momento en décadas tras la propagación del coronavirus, que causa la enfermedad de la COVID-19, calificado como “virus chino” por Washington; un hecho que ha sido negado y condenado en duros términos por el gigante asiático.
En los últimos días, el presidente republicano que se enfrenta a una dura campaña de reelección debido a su mal manejo de la pandemia, ha estado elevando el tono de sus críticas a Pekín y amenazando con nuevos aranceles.
Las acusaciones de Trump, que indica contar con pruebas que constatan que China fabricó el patógeno en un laboratorio en Wuhan, contradicen de hecho el anuncio de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI, por sus siglas en inglés) del propio país norteamericano, que asegura que el virus “no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente”.
Diferentes países, incluso Rusia, han rechazado los infundios de Washington contra China. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado a su vez las afirmaciones del Gobierno estadounidense, poniendo de relieve que no hay ninguna evidencia de que el virus fue creado en un laboratorio chino.
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