“No quiero dar información confidencial, pero mi expectativa es que será más pronto que tarde”, ha afirmado este viernes el mandatario estadounidense, Joe Biden.
Además, cuando se le ha preguntado qué quería comunicar a Irán, Biden ha espetado: “¡No lo hagas!”
Previamente, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, señaló que un posible ataque iraní contra Israel era una amenaza “real y viable”, pero no dio más detalles al respecto.
Kirby declaró que Estados Unidos estaba examinando su postura de fuerzas en la región, a la luz de la amenaza de Teherán y que observaba la situación muy de cerca.
El 1 de abril, aviones de combate israelíes bombardearon la sección consular de la embajada de Irán en Damasco, capital de Siria. El ataque dejó 13 muertos, entre ellos siete miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, incluidos dos comandantes de alto rango, que se encontraban en una misión de asesoramiento en Siria.
El canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, ha dejado claro que Estados Unidos es “responsable” del crimen israelí, reafirmando que Teherán exigirá responsabilidades a los agresores y los castigará, además de tomar medidas legales e internacionales.
“El hecho de que Estados Unidos y los países europeos no hayan condenado la agresión israelí contra el consulado iraní indica que Washington dio luz verde a Israel para cometer dicho crimen”, ha puntualizado.
En este sentido, ha exigido a Washington responder por su comportamiento y su apoyo al régimen israelí en este ataque.
Por su parte, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, prometió el miércoles un castigo duro para los responsables del ataque y aseguró que la República Islámica le hará arrepentirse a Israel por este crimen y otros similares.
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