En una entrevista concedida a la cadena ultraconservadora One America News —reseñada por varios medios el jueves—, el secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, dijo que la decisión del presidente Donald Trump de designar como supuesta “organización terrorista extranjera” al Cartel de los Soles desde el 24 de noviembre, “ofrece un amplio abanico de nuevas opciones a Estados Unidos”.
Estas declaraciones tienen lugar mientras Washington despliega en el Caribe una fuerza naval sin precedentes, alimentando temores regionales sobre una operación de agresión contra Venezuela, bajo el argumento de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, lidera dicho grupo narco.
Es por ello que durante la conversación con el referido medio —y repitiendo el discurso de Trump— el funcionario insistió en que Maduro “no es un líder legítimamente electo de Venezuela”; una declaración que intenta desconocer la voluntad del pueblo venezolano expresada en las elecciones del 28 de julio de 2024.
Washington declaró que la medida convierte en delito cualquier apoyo material dentro de Estados Unidos y mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por información que contribuya a capturar al mandatario venezolano.
Funcionarios estadounidenses han acusado al supuesto Cartel de los Soles de trabajar con la banda venezolana Tren de Aragua —designada anteriormente por Washington como una organización criminal transnacional— para enviar narcóticos ilegales a Estados Unidos.
La declaración mantiene la ambigüedad habitual de Washington, que oscila entre amenazas militares y gestos contradictorios. En efecto, el presidente Trump ha indicado que está dispuesto a dialogar con Maduro, pero no ha descartado otras opciones, como seguir desplegando fuerzas y equipos militares cerca de Venezuela y lanzando nuevas operaciones como la llamada “Lanza del Sur”,
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