El Líbano está en una encrucijada, con el primer ministro, Saad Hariri, sin volver, y Arabia Saudí presionando ahora desde la Liga Árabe (LA) donde el domingo se aprobó una resolución para debilitar a Irán y la Resistencia Islámica. El secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasrolá, ha lamentado esto en un discurso.
Tras la decisión de la LA, tanto el presidente de la República como el presidente del Parlamento señalaron que El Líbano tiene derecho a defenderse con la resistencia.
Tanto para Nasrolá como para los analistas, el último movimiento de Arabia Saudí es la antesala de lo que sucederá próximamente con ayuda de una élite libanesa. En este torbellino, El Líbano espera que su primer ministro Hariri llegue el miércoles a Beirut (capital) en el día de la independencia libanesa.
La decisión de la LA con respecto a Hezbolá es para El Líbano inconsistente con el tratado árabe de lucha antiterrorista. Porque, según indicó, hay que distinguir entre terrorismo y resistencia.
Isabel Pérez, Beirut.
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