El diario local Daily Mail, en su versión de este domingo, ha hecho público que la Policía Metropolitana de Londres (Scotland Yard) y el Servicio de Inteligencia británico MI5 están en una frenética carrera contra el tiempo para frustrar el atentado orquestado desde Siria por los miembros de la banda extremista EIIL (Daesh. en árabe).
Según afirma la fuente, se trataría supuestamente de hacer explotar un artefacto improvisado en Londres, durante las celebraciones previstas para conmemorar la rendición de Japón, el 15 de agosto de 1945.
El príncipe Carlos de Gales y el primer ministro británico, David Cameron, serían otros de los objetivos de este atentado, programado para llevarse a cabo como las explosiones del 5 de abril de 2013, por los hermanos Tsarnaev, durante el Maratón de Boston, capital del estado de Massachusetts (noreste de Estados Unidos), que dejó tres muertos y más de 264 heridos.
Pese a las advertencias de las fuerzas de Inteligencia, la reinada ha confirmado su asistencia al evento.

Los servicios secretos británicos emitieron el 8 de marzo un informe en el que confirmaban que, hasta esa fecha, habían identificado a más de 700 ciudadanos británicos que se habían unido a los grupos terroristas.
Datos oficiales apuntan que al menos 1500 ciudadanos del Reino Unido figuran en las filas de EIIL, que tiene seis cuentas en la red social Twitter desde las que lanza propaganda en ese país, sobre todo en la región de Oxford, en el sudeste.
En una entrevista concedida el 28 de junio a la cadena británica BBC, Cameron aseguró que los elementos de Daesh “han declarado la guerra al Reino Unido” después de que abrieron fuego contra el hotel Imperial Marhaba y el vecino Muradi Palm Marinay, en la localidad de Port El Kantaui, donde varios ciudadanos británicos perdieron la vida.

El viceministro británico de Asuntos Exteriores, Tobias Ellwood, consideró el ataque como el más significativo contra los británicos, desde los actos terroristas del 7 de julio de 2005 contra la red de transporte en Londres.
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