Un 53,3 % de los catalanes no quiere independizarse de España, frente a un 41,8 % que sí lo desea, concluye un sondeo elaborado entre 1000 personas para el diario madrileño La Razón. Esa diferencia se acentúa en los mayores de 45 años, pero tiende a invertirse entre los menores de 29 años, con un 51,4 % de secesionistas.
De ser fiables los datos, el independentismo habría perdido así con el bloqueo político en que está instalada Cataluña la frágil mayoría con que contaba a finales del año pasado, en el momento de realizarse las últimas elecciones autonómicas.
La crítica a ese bloqueo es una de las opiniones más compartidas de las que refleja la encuesta: el 81,3 % de los interrogados piensa que perjudica a Cataluña (frente a un 15,6 %), si bien algo más de la mitad (50,3 %), frente a un 40,4 %, dicen que la tutela del autogobierno por el Ejecutivo central desde octubre pasado no “le ha afectado”.
Pese a lamentar el bloqueo, la división en torno a la solución recomendable para esa situación es patente: sólo un 37,2 % apoya la creación de un gobierno regional de concentración, frente a un 33,7 % que se opone y a un 29 % que no sabe o no contesta.
En todo caso, la consideración que tienen los catalanes encuestados sobre los dirigentes políticos es mala, no llegando a los 5 puntos del aprobado (de 0 a 10) ninguno de los dirigentes de los partidos, siendo el más apreciado el socialista Miquel Iceta (4,3 puntos) y el menos Xavier García Albiol, del Partido Popular (PP). El expresidente de la Generalidad Carles Puigdemont obtiene 3,7 puntos.
Igualmente insatisfechos están los catalanes, de acuerdo con el estudio, hecho por el instituto NC Report, con el Estado de regiones autónomas consagrado en la Constitución española de 1978: sólo lo apoya el 38,7 %, mientras el 53,7 % le desmarcan claramente de él —en el plebiscito de ese año, lo apoyó el 90,1 %, por encima de la media española—.
También reseñable es que una mayoría relativa (o minoría mayoritaria) del 45,4 % de los interrogados cree que los líderes del proceso que culminó en la declaración independentista del 27 de octubre “deben estar en la cárcel”, frente a un 41,4 % que no lo cree y un 13,2 % que no sabe o no contesta.
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