Hace 7 años, cuando Emmanuel Macron ganó las presidenciales al frente de nuevo partido de centro En Marcha, derrotando a los partidos tradicionales de Francia, fue la cara más alegre de toda Francia. Pero, este domingo, el presidente más joven de la quinta República, sufrió una derrota que podría acabar su presidencia en las próximas semanas. El macronismo quedó en tercer lugar en la primera ronda de las elecciones legislativas. En un comunicado, el mandatario llamó a la unión contra la extrema derecha.
El que canta la victoria es el partido de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, quien quedó en primer lugar, aun sin lograr la mayoría.
Aunque con este resultado se materializaría el gran impulso de la formación de extrema derecha, no significaría todavía su llegada al poder en la Asamblea Nacional. El último duelo en las urnas será el próximo 7 de julio con la segunda fuerza que, por el momento, parece ser el bloque izquierdista Nuevo Frente Popular. Para impedir a la extrema derecha, el líder del partido de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, pidió a los candidatos de la izquierda que retiren en circunscripciones, donde hay tres candidatos que lleguen a la segunda ronda, o donde un candidato de izquierdas ha quedado en tercer lugar.
El temor de los ciudadanos franceses ante un auge de la extrema derecha es palpable. En varias ciudades, como Nantes, los ciudadanos salieron a las calles contra la victoria de la Agrupación Nacional.
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