Ninguno en Honduras olvida las protestas contra el fraude electoral, y mucho menos a las víctimas mortales asesinados por sus posiciones políticas. Los disparos de la policía militar se escuchaban durante el día, la tarde incluso en las noches en lo profundo de las calles de los barrios y colonias de todo el país.
Los organismos de derechos humanos denunciaron en todo momento estos asesinatos, pero fueron negados por el Gobierno e incluso señalados como una campaña de desprestigio contra el presidente de Honduras.
Los familiares de las personas fallecidas y asesinadas a manos de militares durante las protestas de la crisis poselectoral en Honduras han buscado respuesta de los organismos de derechos humanos y del Estado, pero hasta ahora no han tenido respuesta.
El Partido Libertad y Refundación (Libre) solicitó al interior del Parlamento que se frene la militarización de la sociedad y el gasto excesivo en armas para militares que asesinan al pueblo.
Más de dos meses han pasado desde las votaciones en Honduras, y aun la crisis que provocó el resultado ofrecido por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no ha terminado.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
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