En un comunicado publicado el jueves en Facebook, las municipalidades de diez ciudades situadas entre Trípoli (capital) y la frontera tunecina declararon su separación del ejecutivo rival GSN y llamaron a todos los libios a apoyar el Gobierno de Unidad Nacional.
La medida, considerada como un duro golpe contra el gobierno de Trípoli –no reconocido internacionalmente–, fue adoptada luego de una cumbre de las autoridades y representante de dichas ciudades costeras, ubicadas en el oeste del país africano.
Los firmantes saludaron la llegada a Trípoli del jefe de Gobierno de Acuerdo Nacional, Fayez al-Sarraj, y de varios miembros de su Consejo Presidencial, calificada por el enviado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Libia, Martin Kobler, como “una etapa importante en la transición democrática” del país. También, les pidieron que “acaben inmediatamente con todos los conflictos armados en el conjunto de Libia”.
El gobierno no reconocido de Trípoli tachó de “ilegal” la llegada del jefe del Gobierno de Unidad, formado por un primer ministro de consenso apoyado por el Consejo Presidencial, que cuenta con seis vice primeros ministros y tres ministros.
La creación de dicho gobierno es el resultado de un acuerdo firmado en Marruecos a finales de 2015 por los diputados de los dos parlamentos rivales de Tobruk y Trípoli, que se arrogan la representatividad del pueblo libio.
El miércoles, el jefe de ese Gobierno, Fayez al-Sarraj, que se encontraba el martes en Túnez, llegó a Trípoli acompañado de varios miembros de su gabinete a fin de asumir sus funciones y continuar su labor.
Desde la campaña militar extranjera contra Libia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el derrocamiento de Muamar Gadafi, Libia cuenta con dos facciones principales: una, el Gobierno reconocido internacionalmente y con sede en Tobruk; y la otra, el llamado Gobierno de Salvación Nacional, con sede en Trípoli.
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