La reivindicación se produce cuando la compañía estatal de correos, Deutsche Post, ha delegado parte de sus entregas de paquetería a una subcontrata que paga a sus empleados honorarios más bajos, contabilizados por horas.
La acción reivindicativa había sido convocada por el Sindicato Unido de Servicios (Verdi en su acrónimo alemán), que estimó un gran efecto disruptivo del paro sobre la distribución de cartas y paquetes.
El sindicato quiere que el horario laboral regular de los distribuidores de correo se reduzca de 38 y media a 36 horas semanales, sin que se vean por ello alterados los salarios.
La reivindicación se produce cuando la compañía estatal de correos, Deutsche Post, ha delegado parte de sus entregas de paquetería a una subcontrata que paga a sus empleados honorarios más bajos, contabilizados por horas.
Alemania ha sido escenario de varias huelgas en los últimos meses. El 12 de marzo, los trabajadores de los servicios públicos hicieron un paro para reclamar mayores salarios, también por convocatoria de Verdi. Participaron trabajadores de hospitales, profesores y otros empleados públicos en cuatro estados alemanes.
Los pilotos de la principal compañía aérea alemana, Lufthansa, también comenzaron el año pasado una serie de acciones de protesta sindical contra el modo de gestión de las jubilaciones en la empresa.
En febrero, los pilotos de la filial de bajo coste de Lufthansa, Germanwings, hicieron huelga de nuevo para oponerse a los planes de la compañía para cambiar sus regímenes transitorios de pensiones.
En la semana previa al choque en los Alpes franceses del vuelo 9525 de Germanwings Barcelona (noreste de España)-Düsseldorf (oeste de Alemania), miles de pilotos de Lufthansa mantuvieron una huelga que dejó en tierra cientos de vuelos.
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