En un tuit, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, ha señalado este domingo que había intercambiado puntos de vista con su par japonés, Toshimitsu Motegi, sobre una serie de cuestiones, incluida “la caótica situación generada por Estados Unidos en Afganistán” en una reunión mantenida en Teherán la misma jornada.
El saliente ministro iraní de Exteriores, tras la reunión que podría ser su última en el cargo de canciller con un funcionario extranjero, Zarif ha dicho que además de la situación en el país centroasiático, los dos ministros discutieron el acuerdo nuclear ―de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)―, así como los vínculos entre Teherán y Tokio.
En otra reunión con el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani, Motegi también ha abordado la última coyuntura en Afganistán y otros temas políticos de índole regional y bilateral.
El diplomático japonés llegó a Teherán el sábado por la noche para realizar una visita de dos días por expresa invitación de su homólogo iraní.
Su viaje a la región de Asia Occidental, planeada desde el 15 hasta el 24 de agosto, se produce días después de la toma de posición del nuevo Gobierno iraní —presidido por Seyed Ebrahim Raisi— y tiene como objetivo consolidar los lazos Teherán-Tokio, así como ampliar las cooperaciones que mantiene Japón con los países de esta zona, de los que depende para su suministro energético.
Anteriormente, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Said Khatibzade, dijo que “las relaciones entre Irán y Japón, como dos potencias importantes en Asia Occidental y Oriental, siempre han sido importantes. Los dos estados han disfrutado de relaciones amistosas durante los 90 años de relaciones diplomáticas, que se basan en intereses mutuos. Actualmente, se están llevando a cabo consultas entre los dos países al más alto nivel sobre cuestiones bilaterales y multilaterales”, agregó.
Los nexos entre Tokio y Teherán tienen una larga historia. En los últimos años, pese a las sanciones de Estados Unidos contra la exportación de petróleo de Irán a otros países, Japón no ha dejado de comprar el crudo iraní, sino ha aumentado la importación a su nivel más alto.
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