El ataque, ocurrido este miércoles, ha tenido como blanco un convoy de vehículos del Ejército que se encontraba cerca de la plaza de Kizilay.
La explosión que tuvo lugar cerca de la sede del Parlamento, además de dejar unos 61 heridos, ha causado fuertes daños a los edificios cercanos.
Hasta el momento, ningún individuo o grupo ha reivindicado la autoría del ataque. Por su parte, la policía ha abierto una investigación sobre el incidente.
El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, ha aplazado su visita planeada para la noche de este miércoles a Bruselas, capital belga, donde tenía previsto participar en la cumbre de la Unión Europea (UE), ha informado una fuente desde la oficina del premier, justificando que el Gobierno quiere seguir de cerca el incidente.
El viceprimer ministro turco, Bekir Bozdag, a su vez, ha tachado el atentado de un “acto terrorista”.
El pasado 10 de octubre de 2015, al menos 100 personas murieron y más de 24 resultaron heridas en una doble explosión de bomba en Ankara. Los mortales explosiones tuvieron lugar cerca de una estación de tren antes de que comenzara una manifestación por la paz organizada por agrupaciones izquierdistas, entre ellas el pro-kurdo Partido Democrático del Pueblo (HDP, por sus siglas en turco).
Ninguna organización reivindicó la responsabilidad de los ataques de octubre, que fueron los más mortíferos en la historia de la Turquía moderna. Sin embargo, después de la detención de dos personas vinculadas a los sangrientos hechos, la fiscalía turca dijo que estaban presuntamente relacionadas con el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), una banda extremista que opera en Irak y Siria.
ftm/ncl/nal