“Las medidas adoptadas por Egipto, especialmente su alineamiento con el golpista Haftar, demuestran que están en un proceso ilegal”, ha manifestado este viernes Recep Tayyip Erdogan en una rueda de prensa con los medios locales.
El mandatario turco ha reiterado que su país seguirá apoyando al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) frente a cualquier intervención militar por parte del Ejército Nacional Libio (ENL), liderado por el mariscal de campo Jalifa Haftar y sus aliados regionales.
Los comentarios de Erdogan se producen un día después de que el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi, anunció que El Cairo barajaba una operación militar coordinada con las fuerzas del general Haftar, dentro del territorio libio, si las fuerzas del GAN, respaldadas por Turquía avanzan hacia la ciudad de Sirte.
Actualmente, Libia se debate entre dos grupos que luchan para hacerse con el poder: el GAN, dirigido por Fayez al-Sarraj, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y establecido en Trípoli; y el ENL, liderado por Haftar y con sede en la ciudad de Tobruk (este).
Desde abril de 2019, las fuerzas del mariscal Haftar llevan a cabo una amplia ofensiva contra Trípoli en un intento por ocupar la ciudad capitalina. En esta lucha, países como Turquía apoyan al Gobierno de Trípoli, mientras que Egipto, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Rusia respaldan a su rival.
La escalada de tensión entre las partes, no obstante, aumentó luego de que las Fuerzas Armadas de Egipto iniciaron la semana pasada ejercicios militares a gran escala cerca de las fronteras comunes con Libia, en respuesta al anuncio de Turquía sobre un nuevo simulacro militar en el mar Mediterráneo.
El Gobierno de Al-Sarraj, empero, ha tachado de “declaración de guerra” las amenazas de Egipto y ha pedido que la comunidad internacional asumir “sus responsabilidades ante esta escalada”.
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