Publicada: sábado, 3 de mayo de 2025 19:24

Melissa Jane Kronfeld, una propagandista estadounidense-israelí y aliada del ministro extremista isarelí Ben-Gvir, impulsa la demolición de la Mezquita Al-Aqsa.

Por: Maryam Qarehgozlou

Un vídeo viral muestra a manifestantes propalestinos coreando “¡criminal de guerra!” al ministro israelí Itamar Ben-Gvir —condenado por apoyar el terrorismo y defeder la limpieza étnica contra los palestinos— durante un enfrentamiento en el Capitolio de Estados Unidos, en Washington, D.C.

En las imágenes se escucha a los manifestantes gritar “¡Qué vergüenza!”, “¡Liberen Palestina!” y “¡Criminal de guerra!”, mientras Ben-Gvir —quien anteriormente ha pedido la expulsión de los palestinos y la destrucción de la Mezquita Al-Aqsa— les grita agresivamente e intenta abalanzarse sobre ellos.

Acompañando a Ben-Gvir aparece Melissa Jane Kronfeld, quien graba la escena mientras profiere insultos verbales contra los manifestantes congregados en el Capitolio con motivo de las llamadas Jornadas Musulmanas en el Capitolio (28–29 de abril), un evento anual organizado por el Consejo de Organizaciones Musulmanas de EE UU. (USCMO, por sus siglas en inglés) y otros grupos de defensa de derechos musulmanes.

El objetivo del evento era presionar al Congreso para lograr un alto el fuego en la Franja de Gaza, devastada por la guerra, y exigir el fin del bloqueo y de lo que muchos califican como una guerra genocida en curso.

La visita de Ben-Gvir al Congreso coincidió con este acto.

Pero ¿quién es exactamente Melissa Kronfeld, la mujer visiblemente furiosa con los manifestantes pro-Palestina en el Capitolio de EE.UU., mientras acompaña a Ben-Gvir?

 

Originaria de Nueva York, Kronfeld presume un currículo que abarca relaciones internacionales, derecho internacional, seguridad nacional y filosofía judía, con títulos de universidades como George Washington, Nueva York, Rutgers y Bar-Ilan.

Es propagandista estadounidense-israelí, profesora universitaria y asesora política, y ha participado como oradora en conferencias por todo el mundo, incluyendo la Casa Blanca y el Capitolio. Kronfeld también colabora con frecuencia en medios sionistas, tanto impresos como televisivos, radiales y en pódcast.

A lo largo de los años, ha trabajado con —o respaldado— múltiples organizaciones sionistas pro-genocidio, entre ellas el Congreso Judío Mundial, la Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías, StandWithUs, la Organización Sionista de América y la Coalición Judía Republicana.

Además, fundó una organización llamada High on the Har, financiada por la Fundación PFAP, un grupo sionista con beneficios fiscales con sede en Florida.

PFAP afirma que “desarrolla y patrocina proyectos comunitarios en favor de Israel, el judaísmo, el sionismo y el bienestar del pueblo judío” en los territorios palestinos ocupados.

High on the Har también recibe financiamiento de contribuyentes en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia, y organiza regularmente incursiones provocadoras en la Mezquita Al-Aqsa bajo la apariencia de “visitas guiadas”.

El recinto de Al-Aqsa es el tercer lugar más sagrado del islam y un símbolo profundamente arraigado en la identidad palestina.

No se requiere una gran investigación para comprender su verdadera agenda: High on the Har, con Kronfeld a la cabeza, busca reemplazar la Mezquita Al-Aqsa con un “templo judío”.

Este grupo ultrasionista incita activamente a colonos a asaltar la mezquita sagrada y provocar a los palestinos.

En una entrevista con CBS News en marzo pasado, Kronfeld dejó claras sus intenciones, expresando su deseo de que Israel destruya el recinto de la mezquita y construya en su lugar un “templo judío”.

“Todo eso tiene que desaparecer, tenemos que construir un templo”, afirmó.

Anteriormente, también había revelado su participación con el ejército de ocupación israelí.

High on the Har ha estado distribuyendo parches con la inscripción “Tercer Templo” a soldados israelíes que participan en el genocidio en Gaza, donde más de 52 400 palestinos —la mayoría mujeres y niños— han sido asesinados desde que comenzó la ofensiva hace 19 meses.

High on the Har ha estado enviando parches del “Tercer Templo” a soldados israelíes involucrados en el genocidio en Gaza.

 

Desde que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, formó su gabinete en 2022, Israel ha estado socavando de manera sistemática el statu quo de la Mezquita Al-Aqsa con una audacia creciente.

En agosto pasado, Ben-Gvir desató una ola de indignación al declarar su intención de establecer una sinagoga judía dentro del recinto de la Mezquita Al-Aqsa, en la ocupada Al-Quds (Jerusalén) oriental, si surgía la oportunidad.

A comienzos de este mes, cuentas en redes sociales favorables a los colonos difundieron un video generado por inteligencia artificial en el que se mostraba la mezquita envuelta en llamas, siendo finalmente reemplazada por el llamado “Tercer Templo”.

El vídeo, acompañado por el mensaje “El próximo año en Jerusalén. El Mesías ahora”, fue condenado rápidamente por varios países árabes, incluidos Jordania, Catar y Arabia Saudí.

En 2024, más de 53 600 israelíes irrumpieron en el recinto de la mezquita, marcando el número más alto desde que las fuerzas de ocupación israelíes permitieron por primera vez el acceso judío hace más de dos décadas.

Según la gobernación de Al-Quds, aproximadamente 13 000 colonos ingresaron al lugar solo durante el primer trimestre de 2025.

Israel se apoderó de Jerusalén Este durante la guerra de 1967 y anexó ilegalmente la ciudad en 1980, una acción que sigue violando el derecho internacional.


Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.