El premier palestino viajó a la Franja de Gaza, por primera vez en dos años, en un esfuerzo para poner fin a un conflicto que ya ha durado una década entre dos principales formaciones palestinas, Al-Fatah y HAMAS.
La visita de Hamdalá se llevó a cabo después de que HAMAS anunciara que entregaría el control administrativo de la Franja de Gaza al Gobierno de Unidad, aunque HAMAS seguirá siendo el poder dominante en el enclave costero. Las autoridades de ambas partes abordaron, este miércoles, el tema de la reconstrucción de Gaza.
Los esfuerzos de reconciliación por Al-Fatah y HAMAS enfurecieron a Israel. El primer ministro del régimen tachó la iniciativa de falsa. Los palestinos, por su parte, opinan que la unión entre los palestinos tendrá un solo perdedor y será Israel.
Los habitantes de Gaza acogieron con beneplácito el plan de reconciliación, con la esperanza de que la medida pueda salvarlos de la situación precaria en la que se encuentran.
Golpeados por tres guerras israelíes, desde 2008, los casi dos millones de residentes sufren de escasez severa de agua y electricidad, una recesión económica, y un desempleo de más del 40 por ciento. Todo esto debido al bloqueo israelí contra Gaza.
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