Estos choques se han producido un día después de que colonos israelíes mataron a un bebé palestino, al quemarle vivo en la localidad de Kafr Duma, en la ciudad cisjordana de Nablus.
Ese mismo sábado, el ejército del régimen usurpador ha decretado zona militar la localidad de Kusra, norte de Cisjordania, debido a los enfrentamientos registrados entre los palestinos y los colonos.
Según los medios palestinos, previo a la medida preventiva del ejército israelí, los palestinos habitantes de Kursa han repelido un ataque de colonos extremistas contra esta zona.
Además, en el este de Al-Quds, la policía israelí ha atacado a los palestinos indignados, hiriendo a 10 de ellos. Dos agentes policiales israelíes también han resultado heridos en estos choques.
El asesinato del bebé palestino por los colonos israelíes generó una gran ola de furia entre los palestinos y la comunidad internacional.
El presidente del Estado palestino, Mahmud Abás, aseguró el viernes que llevará el caso del bebé palestino ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya.
Por su parte, el portavoz de la Política Exterior del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), Husam Badran, anunció que "este crimen de quemar una casa y matar a un niño palestino no será nunca olvidado" y "convertirá a los soldados y colonos de la ocupación (israelí) en blancos directos de los ataques de la resistencia armada"
En la misma jornada del sábado, también, el adolescente Laith Jaldi, de 14 años, ha muerto por las heridas de bala que recibió el viernes durante un ataque de las fuerzas del régimen israelí.
Miles de los palestinos han participado en la ceremonia fúnebre de Jaldi en el campo de refugiados de Al-Yalazun, en el norte de la ciudad de Ramalá, centro de Cisjordania.
Los participantes en el evento, portando la bandera palestina y de otras facciones de la resistencia, han correado lemas contra el régimen israelí por este crimen.
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