En un comunicado emitido el domingo, el Cuerpo de Guardianes de la República Islámica de Irán (CGRI) ha pedido a todos países musulmanes condenar ese “crimen sionista” de Al Saud y ha destacado que las políticas de Estados Unidos en el mundo musulmán se están convirtiendo en un factor de genocidio y masacre gradual de los musulmanes.
El sábado, cientos de yemeníes murieron cuando aviones de combate de la coalición comandada por Arabia Saudí arrojaron bombas en Saná, la capital de Yemen, en un lugar donde dolientes rendían homenaje póstumo al padre de Yalal al-Roweishan, ministro del Interior yemení.
La ola de crímenes orquestada por EE.UU. en Afganistán, Irak, El Líbano, Siria, Libia, Baréin, e incluso en la tragedia de Mina en Meca (Arabia Saudí), actualmente ha llegado a su nivel más cruel con el genocidio del pueblo indefenso de Yemen”, resalta la nota emitida por el Cuerpo de Guardianes de la República Islámica de Irán (CGRI).
“La ola de crímenes orquestada por EE.UU. en Afganistán, Irak, El Líbano, Siria, Libia, Baréin, e incluso en la tragedia de Mina en Meca (Arabia Saudí), actualmente ha llegado a su nivel más cruel con el genocidio del pueblo indefenso de Yemen”, resalta la nota.
En otra parte de su nota, el CGRI ha hecho hincapié en que los crímenes del régimen saudí contra el pueblo oprimido de Yemen, así como sus esfuerzos para matar a los musulmanes sirios e iraquíes, muestran el fracaso político del Al Saud en el mundo musulmán.
"No hay duda de que el bombardeo a una ceremonia funeraria en Saná, a la que asistieron más de 1500 musulmanes árabes indefensos, acerca al sanguinario régimen saudí a un colapso total", dice el comunicado.
La nota también resalta que la similitud entre la matanza de niños por las fuerzas israelíe en la Franja de Gaza y el genocidio del régimen saudí en Yemen muestra las malas intenciones de lso regímenes de Tel Aviv y Riad para sacrificar las naciones árabes musulmanes en la región.
El CGRI, además, ha asegurado que el pueblo yemení, liderado por el movimiento popular Ansarolá, tomarían venganza y dar una "lección inolvidable" al régimen de Al Saud y sus aliados malignos.
De acuerdo con las estimaciones de las Naciones Unidas, el ataque del sábado causó más de 140 vidas y dejó más de 525 heridos, mientras que otros medios de comunicaciones informaron más de 213 muertes. Este ataque aéreo fue condenado por países y organizaciones internacionales, entre ellos Irán, Siria, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
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