El ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian, y su homólogo pakistaní, Bilawal Bhutto Zardari, han condenado este sábado en una llamada telefónica la reciente quema del sagrado Corán en Suecia y Dinamarca, ocurrida el jueves y viernes, respectivamente.
Los dos diplomáticos han tachado de inaceptable insultar las santidades islámicas en nombre de libertad de expresión e insistido en que la profanación al Corán contradice la dignidad humana y los derechos humanos.
“Estas acciones han provocado los sentimientos de casi dos mil millones de musulmanes en todo el mundo”, ha denunciado Amir Abdolahian, y agregado que ha convocado una reunión de emergencia de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) para hacer frente a la islamofobia. Es necesario “enviar un mensaje fuerte” por parte de los musulmanes a tales acciones, ha detallado.
Por su parte, el ministro pakistaní de Asuntos Exteriores ha advertido que las acciones islamófobas resultarán en la propagación del odio religioso y no pueden justificarse de ninguna manera.
Zardari ha dicho que los países musulmanes deben aprobar leyes y criminalizar la blasfemia al Corán y las santidades islámicas.
Las dos partes también han discutido temas de interés mutuo, así como la cooperación bilateral entre Irán y Pakistán.
Los terribles sacrilegios al libro sagrado de los musulmanes ocurridos en Suecia y Dinamarca han suscitado una ola de condenas en la comunidad musulmana.
El Gobierno de Irak retiró a su encargado de negocios en Suecia y pidió a la embajadora sueca abandonar Bagdad.
Entretanto, el movimiento libanés Hezbolá ha exigido a los Estados árabes y musulmanes expulsar a los embajadores de Suecia de sus capitales.
ftm/hnb
