Esta y otras medidas de austeridad están teniendo consecuencias nefastas para la clase media que se han traducido en una espectacular subida de precios.
Egipto está haciendo los deberes en materia económica según la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. Trasponer en marcha un agresivo programa de reformas, el país árabe se prepara para recibir el segundo tramo del préstamo de 12 millones de dólares acordado con la institución. Los expertos cuestionan que el Ejecutivo egipcio esté listo para afrontar los efectos negativos del plan de recortes.
La flotación y devaluación de la libra egipcia, la aplicación de un nuevo impuesto sobre el valor añadido (IVA) y recortes masivos en subsidios energéticos son los pilares de la reforma económica. Una estabilización de los índices macroeconómicos a golpe de austeridad permitiría a Egipto pagar los préstamos recibidos al retornar las inversiones, por lo menos en teoría.
La clase media egipcia, a la que no llegan ayudas destinadas a los más pobres, se siente amenazada. Llenar la despensa, vestirse o viajar en transporte público les resulta cada vez más difícil por la subida de precios. La inflaciónón de enero arrojó una cifra récord situándose en el 29,6%.
En los últimos meses se han disparado los precios incluso de productos subvencionados como el aceite y el azúcar. La carne es casi un bien de lujo fuera del alcance de muchos bolsillos.
Rocío López, El Cairo.
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