Los manifestantes denuncian que mientras el barco Aquarius no navega, miles de personas siguen ahogándose en el Mediterráneo.
Imágenes como estas en París, capital de Francia, se han repetido a lo largo y ancho de toda Francia. Los franceses han bajado a las calles de más de 70 ciudades para denunciar las tergiversaciones del Gobierno de Emmanuel Macron para dar su pabellón al barco de salvamento Aquarius una vez que Panamá se lo ha retirado. El barco Aquarius que se encuentra bloqueado en el puerto de Marsella (sur de Francia).
Los manifestantes piden que se respete el deber de asistencia en el mar para socorrer a los inmigrantes en peligro. El Mediterráneo se ha convertido en un cementerio en el que miles de personas han perecido ahogadas. Para estos hombres y mujeres la Unión Europea (UE), pero también países como Italia o Francia, que cierran sus puertos a los barcos de salvamento, son responsables.
El Aquarius, último barco de salvamento en el Mediterráneo, aunque hoy bloqueado en Marsella, se ha convertido en el símbolo de la indecencia política de gobiernos preocupados por contentar a la parte más extremista de sus sociedades.
Esta manifestación también ha tenido lugar en otras ciudades europeas y aquí en París colectivos de inmigrantes se han sumado a ella. Hombres y mujeres que nos recuerdan que ellos tuvieron la suerte de pisar tierra firme. Hombres y mujeres que no quieren más muertos en el Mediterráneo.
Juan José Dorado, París.
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