El doctor Pablo Corral, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Lípidos, ha destacado a la agencia de noticias española EFE, durante la III Cumbre Latinoamericana de Colesterol celebrada en México, que no se tiene identificado al paciente con hipercolesterolemia familiar previo a un evento cardiovascular.
La hipercolesterolemia (colesterol alto) se diagnostica cuando un paciente tiene niveles de colesterol por arriba de los 290 miligramos por decilitro de sangre. En Latinoamérica esto afecta a unos 2,5 millones de personas, mientras que en México se estima que incide en unos 500 000 habitantes.
La hipercolesterolemia familiar es una enfermedad genética a la que además se suman otros factores como el ambiente y los hábitos de las personas que tienen influencia sobre el comportamiento genético.
Carlos Alberto Aguilar, director de nutrición del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán de la capital mexicana, ha subrayado que tener niveles altos de colesterol en sangre puede derivar en infartos de manera prematura, de ahí la importancia de detectarlo a tiempo.
Ha enfatizado que, si bien en épocas recientes la atención se ha centrado en el incremento del sobrepeso, obesidad y diabetes, el problema de la hipercolesterolemia no ha disminuido, sino todo lo contrario.
Aguilar ha dicho que en 1990 el porcentaje de la población que tenía el colesterol alto era del 27 % en México, mientras que en la actualidad es de 43 % y alertó que estas enfermedades se pueden presentar de manera paralela.
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