En una entrevista realizada el día sábado a la agencia noticiera persa, IRNA, Qasim Rasool Ilyas, dijo que los grupos terroristas, sin ayuda del régimen de Israel, y los países occidentales no podrían seguir con sus crímenes.
“Los grupos terroristas para dañar la imagen del Islam y aumentar la islamofobia, realizan estos actos de terror”, dijo el presidente del partido Welfare.
Además dijo que los terroristas del EIIL (Daesh, en árabe) no tienen ninguna relación con el Islam ni los musulmanes, más bien han sido creados para mostrar una imagen falsa de esta religión.
La unión de los musulmanes y evitar la división entre ellos, según opinión de Rasool Ilyas, es el ítem más importante y más urgente del mundo del Islam. Hay que estar muy alerta para frenar las conspiraciones del enemigo, agregó el líder hindú.
Los grupos terroristas para dañar la imagen del Islam y aumentar la islamofobia, realizan estos actos de terror”, dijo el presidente del Partido Bienestar de La India (Welfare Party of India en inglés), Seyed Qasim Rasool Ilyas.
El presidente del Partido Bienestar de La India dijo que el Islam es la religión de la paz, la amistad y la misericordia y que se opone tenazmente contra cualquier tipo de opresión y crimen.
Finalmente, el líder de los musulmanes de La India, sobre la crisis en Siria dijo que el diálogo es la única vía, y que las autoridades de los diferentes grupos opositores en el país árabe tienen que hablar de sus diferencias sin la intervención de los extranjeros.
El pasado 29 de enero, la delegación del Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad y de la oposición siria iniciaron conversaciones en Ginebra (Suiza) con miras a poner fin a la crisis del país árabe. El 3 de febrero, estos diálogos de paz fueron suspendidos.
La delegación del Gobierno sirio en las negociaciones de paz denuncia la falta de una oposición “seria” en Ginebra, donde se desarrollan los diálogos.
Desde su comienzo en marzo de 2011, la crisis siria se ha cobrado ya la vida de al menos 260.000 personas, en su mayoría civiles, según estadísticas del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) con sede en Londres, capital británica.
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