“Algunos de los elementos de la oposición posiblemente hayan podido tener acceso (a las armas químicas) en un momento determinado, pudiendo haberlas usado en un momento determinado”, expresó el martes John Kerry a los periodistas.
Algunos de los elementos de la oposición posiblemente hayan podido tener acceso (a las armas químicas) en un momento determinado, pudiendo haberlas usado en un momento determinado”, expresó Kerry.
No obstante, alegó que en la mayoría de los casos fue el Gobierno del presidente Bashar al-Asad que ha recurrido a utilizar gas químico de cloro en sus operaciones.
“Estamos recabando datos, incluso durante esta conversación, que confirmarán estas palabras. La mayoría de sus ataques están documentados. Se lanzaban desde aviones que no están a disposición de la oposición”, insistió el jefe de la Diplomacia estadounidense.
De esta manera, recalcó que todo el mundo está cansado del uso de armas químicas por parte de Siria, haciendo referencia, según él, a la ira de la comunidad internacional hacia el Gobierno del país árabe.
Al final, informó acerca de las conversaciones que ha mantenido con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, sobre el armamento sirio, mientras que reiteró los “esfuerzos diplomáticos” y de otra índole de Washington para resolver el asunto.
Las alegaciones de Kerry se producen mientras el Gobierno sirio, además de rechazar tajantemente las acusaciones de utilizar armas químicas, ha permitido al equipo de los expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizar pesquisas en las zonas que supuestamente fueron blanco de un ataque químico.
De momento el país norteamericano no ha presentado ninguna prueba específica del uso de este tipo de armas por el Gobierno sirio.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmó en un reciente informe el uso de armas químicas en Siria durante los ataques con gas cloro en tres aldeas del norte del país árabe, en abril y mayo de 2014.
Por su parte, el Gobierno de Damasco ha presentado ante la OPAQ nuevas pruebas que evidencian que la llamada oposición armada siria, que cuenta con el apoyo del Occidente, es responsable del ataque químico realizado en agosto del 2013 en el territorio sirio.
Cabe mencionar que en septiembre de 2013, Siria aceptó poner su arsenal de armas químicas bajo “control internacional” para su posterior destrucción.
En diciembre de 2013, también, Siria solicitó voluntariamente su adhesión a la Convención sobre Armas Químicas (CAQ), hecho que convirtió al país árabe en el Estado miembro número 190 de la OPAQ.
La misión conjunta de la OPAQ y la ONU han confirmado la cooperación del Gobierno de Damasco en la destrucción de sus arsenales químicos.
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