Este viernes la sesión del CSNU sobre la situación en la provincia de Idlib, el bastión más importante de los terroristas que espera una inminente ofensiva por su liberación por parte del Gobierno sirio, empezó con el plan del enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, para abrir rutas de evacuación.
El representante permanente sirio ante las Naciones Unidas, Bashar al-Yafari, afirmó que Damasco concedió suficiente tiempo a los grupos armados de Idlib para que depongan las armas y se unan al proceso de reconciliación y para que se desvinculen de las organizaciones terroristas, pero ellos lo rechazaron. Al-Yafari, sin embargo, aseguró que su Gobierno está consciente de las consecuencias humanitarias que podría causar una ofensiva militar.
Por otra parte, Rusia dijo que EE.UU. y varios de los países occidentales, son los que están apoyando a los grupos extremistas en Idlib.
La batalla por Idlib es decisiva para la crisis siria, si el Gobierno consigue tomar Idlib, dejará a los terroristas con muy pocos territorio bajo control en el país y será una señal de facto de la derrota definitiva de estos grupos.
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