El operativo, llevado a cabo en los últimos días, implicó ataques precisos con aviones de combate, drones, misiles y sistemas de artillería contra emplazamientos y fortificaciones, depósitos de armas y municiones y diversos vehículos pertenecientes a grupos terroristas en las zonas rurales de Deir Ezzor, Palmira e Idlib, según informó la agencia oficial siria de noticias SANA.
El informe, citando a una fuente militar siria, detalló que las ofensivas destruyeron completamente las posiciones de terroristas y dejaron decenas de muertos y heridos en las filas de los takfiríes, incluidos algunos de sus cabecillas, muchos de ellos de nacionalidad extranjera.
El domingo, también las fuentes militares sirias anunciaron que el ejército repelió un ataque de células afiliadas al grupo terrorista Daesh contra puntos militares en la aldea de Maadan Atiq en la campiña de la provincia de Al-Raqqa.
Anteriormente, el ejército sirio también enfrentó un intenso ataque lanzado por el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham en el eje de Maarat al-Mujas, en el monte de Al-Zawiya, al sur de la provincia de Idlib.
Se produjo un fuerte intercambio de fuego entre las partes y como consecuencia varios terroristas resultaron abatidos y heridos, mientras que la artillería del ejército sirio realizó ataques contra líneas de suministro para los extremistas en los pueblos de Kafr Nabl y Al-Bara en el monte de Al-Zawiya.
Estos ataques coinciden con las repetidas agresiones israelíes contra Damasco, la capital, y otras áreas de Siria, las cuales han recrudecido en paralelo a la brutal ofensiva militar que lleva a cabo Israel contra la Franja de Gaza desde octubre pasado.
El Gobierno sirio ha denunciado los ataques israelíes ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) por considerarlos una violación flagrante de su soberanía nacional. Damasco dice que las agresiones buscan revivir a las células terroristas y provocar inestabilidad en el país árabe.
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