“Continúa la arremetida de un grupo gobiernos satélites, subordinados a los planes imperialistas estadounidenses, que alimentan el obsesivo objetivo de poner en marcha una trama desestabilizadora contra la legítima institucionalidad”, denuncia este lunes la Cancillería de Venezuela a través de un comunicado.
La nota también pone énfasis en que al Grupo de Lima no le corresponde determinar la legitimidad de las instituciones del país bolivariano después de que el bloque regional haya indicado que no reconoce al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y solo valida como interlocutor democrático a la Asamblea Nacional (AN), controlada por la oposición venezolana.
Además de denunciar la actuación contradictoria de este grupo, se ha referido al punto 9 de la declaración emitida el pasado 4 de enero por dicho ente que cuestionaba la integridad territorial de Venezuela, en alusión al caso de los buques petroleros estadounidenses, con aval de Guyana, que fueron interceptados en aguas venezolanas.
Continúa la arremetida de un grupo gobiernos satélites, subordinados a los planes imperialistas estadounidenses, que alimentan el obsesivo objetivo de poner en marcha una trama desestabilizadora contra la legítima institucionalidad”, ha denunciado la Cancillería de Venezuela en alusión a los países miembros del Grupo de Lima.
“Más allá del despropósito de este proceder y de su insólita falta de rigor y apego al derecho internacional, resulta objeto de preocupación que estas conductas titubeantes sean la respuesta ante las reprimendas que han recibido de parte del Gobierno estadounidense”, reza el texto.
La Cartera venezolana también denuncia que los gobiernos serviles del imperialismo buscan provocar inestabilidad política en Venezuela que justifique “la intervención extranjera que los factores guerreristas estadounidenses han venido anunciando sin ningún rubor”.
Sin embargo, ha agregado, Caracas seguirá de cerca los actos hostiles de estos gobiernos y tomará las medidas necesarias para garantizar la soberanía del país “bajo el precepto indeclinable de su único mandante: la Constitución”, enfatiza.
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