El secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Jorge Arreaza, ha cargado este domingo contra el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por sus declaraciones injerencistas respecto a la decisión soberana adoptada por el Gobierno venezolano.
En un comunicado hecho público el sábado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela anunció la decisión de revocar, de manera inmediata, el beneplácito otorgado al Gobierno de Brasil para ejercer la representación de los intereses de Argentina y sus nacionales en el territorio venezolano, así como la custodia de los locales de su misión diplomática.
Las autoridades de Caracas argumentaron su postura fundamentándose en las pruebas obtenidas sobre el uso de las instalaciones de la sede diplomática argentina para la planificación de actividades terroristas e intentos de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro y vicemandataria Delcy Rodríguez, por parte de prófugos de la Justicia venezolana que permanecen dentro de esas instalaciones.
En un nuevo acto de injerencia, Almagro ha calificado la decisión del Gobierno de Venezuela como “una amenaza contraria a derecho”.
A través de su cuenta en Telegram, el titular de ALBA-TCP ha enfatizado que “al sicario general de la OEA hay que estarle recordando constantemente las normas más elementales del derecho internacional”.
Arreaza ha subrayado que, “según el artículo 41 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, en su aparte 3: Los locales de la misión no deben ser utilizados de manera incompatible con las funciones de la misión, tal como están enunciadas en la presente Convención”.
En tal sentido, el funcionario ha secundado las denuncias formuladas por las autoridades venezolanas, según las cuales, “desde el local de la embajada de Argentina en Venezuela un grupo de delincuentes de la extrema derecha está planificando atentados contra el presidente Maduro, la vicepresidenta Rodríguez y el orden constitucional”.
“Como es costumbre, Almagro sale en defensa de sus colegas agentes del imperialismo, promotores de actos de violencia, terrorismo, desestabilización”, ha denunciado Arreaza, al recordar además que la OEA “siempre fue un ministerio de colonias”, pero con el actual secretario general “se ha convertido en un departamento más de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EE.UU.)”.
En abril de 2017, el Gobierno de Venezuela informó de su decisión de abandonar la Organización de Estados Americanos, al acusar al organismo regional de reiterados actos de injerencia e intromisión en los asuntos internos del país, así como de subordinación a la política hostil de Estados Unidos contra el país sudamericano.
Tras los comicios presidenciales del 28 de julio, el secretario general de la OEA pidió que se reconocieran las actas electorales en poder de la oposición e instó al presidente Maduro a reconocer una supuesta derrota ante el opositor Edmundo González Urrutia, en franco desconocimiento de las instituciones venezolanas.
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela ratificó el 2 de agosto la victoria del actual mandatario y abanderado del Gran Polo Patriótico, con cerca del 52 por ciento de los votos, frente al 43 por ciento obtenido por González Urrutia.
Tras el anuncio de los resultados preliminares que dieron como ganador a Maduro, la ultraderecha venezolana, liderada por la cabecilla opositora María Corina Machado, llamó a sus partidarios a desconocer el triunfo del jefe de Estado, lo que dio lugar a protestas violentas y actos vandálicos en varias ciudades del país sudamericano.
Por su parte, los Gobiernos de Estados Unidos y de varios países latinoamericanos han cuestionado la legitimidad del proceso y han reclamado la victoria del abanderado de la extrema derecha, en virtud de conteos paralelos realizados por la oposición.
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