Alrededor de 2400 soldados, tanques, cañones de campaña y helicópteros fueron desplegados en campos de entrenamiento en las estribaciones de la icónica montaña, ubicada a unos 80 kilómetros al oeste de Tokio, la capital.
Durante la maniobra, paracaidistas de las tropas aerotransportadas saltaron de los aviones, los cañones antiaéreos dispararon y los aviones de combate F-2 volaron a toda velocidad en una exhibición de fuerza de uno de los ejércitos mejor equipados del mundo.
El objetivo de estos ejercicios de tres días es preparar a las Fuerzas de Autodefensa de Japón para repeler posibles ataques en sus islas remotas.
“Existen varias cuestiones e incertidumbres como el intento enérgico de China para cambiar el status quo en las zonas de los mares de la China Meridional y Oriental, la promoción de Corea del Norte de desarrollar sus misiles balísticos y armas nucleares y el alarde que hace Rusia por su presencia en el Lejano Oriente”, ha señalado el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Autodefensiva Terrestre (GSDF, por sus siglas en inglés), Koji Yamazaki, en un comunicado.
El militar nipón reconoce que se ha disparado la tensión en la situación de la seguridad en torno de Japón. En este contexto, las fuerzas armadas japonesas y estadounidenses están llevando a cabo ejercicios conjuntos en el norte de Japón, en la isla de Hokkaido.
Existen varias cuestiones e incertidumbres como el intento enérgico de China para cambiar el status quo en las zonas de mar de la China Meridional y Oriental, la promoción de Corea del Norte de desarrollar sus misiles balísticos y armas nucleares y el alarde que hace Rusia por su presencia en el Lejano Oriente”, ha señalado Koji Yamazaki, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Autodefensiva Terrestre (GSDF, por sus siglas en inglés).
El Gobierno japonés ha prometido derribar los misiles norcoreanos que amenacen su territorio. Tokio ha desplegado cuatro sistemas de misiles Patriot PAC-3 después de que Poyngyang advirtiera de que atacaría con misiles balísticos la isla estadounidense de Guam, ubicada en el océano Pacífico Occidental.
En caso de que Pyongyang lance finalmente un misil balístico hacia Guam, el proyectil podría sobrevolar algunas zonas del territorio japonés.
EE.UU. y sus aliados en la región —Japón y Corea del Sur—, aterrorizados por estos avances balísticos de Pyongyang, logrados más rápido de lo que ellos esperaban, han recurrido a medidas que han agravado aun más la situación, como frecuentes maniobras conjuntas o el empleo de una retórica belicista respecto a Corea del Norte.
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