• El portavoz del movimiento popular yemení Ansarolá, Muhamad Abdel Salam, ofrece una rueda de prensa a los medios acreditados en Yemen.
Publicada: miércoles, 24 de marzo de 2021 14:28
Actualizada: miércoles, 24 de marzo de 2021 16:20

El portavoz de Ansarolá de Yemen, Muhamad Abdel Salam, dice que el fin del asedio al país no debería supeditarse a cuestiones políticas o militares de agresores.

“La arribada de derivados del petróleo y alimentos y equipos médicos es una necesidad humanitaria y legal para el pueblo yemení, y nunca aceptaremos que el levantamiento del sitio esté supeditada a condiciones militares o políticas”, ha escrito este miércoles Abdel Salam, en su cuenta de Twitter.

Actualmente, según informó el lunes el propio Abdel Salam, Yemen se encuentra inmerso en unas conversaciones con Arabia Saudí, Omán (país que actúa de mediador) y EE.UU. para poner fin a la guerra impuesta desde hace seis años por la dinastía gobernante de los Al Saud y sus aliados.

En todos estos seis años, Riad ha impuesto sobre Yemen un férreo bloqueo aéreo y marítimo que ha supuesto una verdadera tragedia humana para millones de yemenís que sufren a diario los efectos de una hambruna provocada por una agresión patrocinada por los países occidentales, liderados por Estados Unidos.

 

Aun con todo, Yemen defendió con uñas y dientes su soberanía ante la coalición liderada por Arabia Saudí, armada hasta los dientes con avanzados equipos, fabricados principalmente por EE.UU. y el Reino Unido. Las fuerzas yemeníes, respaldados por los comités populares, con su poderío invencible, elaborado de cero a cien por Yemen, últimamente han cambiado la ecuación de la guerra, alcanzando en lo profundo del reino saudí. 

Ante esta coyuntura, Arabia Saudí, inquietado por los sucesivos avances de Ansarolá ha presentado recientemente una propuesta llamada “iniciativa de paz” que estipula un alto el fuego, bajo la supervisión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La oferta contempla la reapertura limitada del aeropuerto de Saná, capital yemení, y el tránsito de alimentos y combustible a través del puerto de Al-Hudayda (oeste), ambos controlados por Ansarolá.

En este contexto, Abdel Salam, ha dejado claro que la idea de reapertura limitada de los enlaces aéreos y marítimos constituye un paso importante en cuanto al “derecho humanitario” y “no debiera usarse como instrumento de presión” por parte de Riad.

Por su parte, el presidente del Comité Supremo Revolucionario yemení, Muhamad Ali al-Houthi, pidió el viernes a la coalición agresora saudí que liberase todos los petroleros retenidos en 48 horas para demostrar que hablaba en serio de paz.

Arabia Saudí y sus aliados en la región han librado una guerra sangrienta contra Yemen desde marzo de 2015, con la intención de restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi.

Sin embargo, todo intento de los invasores para someter al pueblo yemení a su antojo en estos seis años de guerra ha sido un total fiasco que solo ha provocado un sinfín de penuria y catástrofe humanitaria en Yemen.

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