La Fiscalía de Arabia Saudí ha reconocido este jueves que el periodista saudí Jamal Khashoggi fue drogado y descuartizado, pero, al mismo tiempo, ha eximido al príncipe heredero Muhamad bin Salman, del asesinato, que tuvo lugar el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en Turquía.
En un comentario hecho este jueves a la cadena HispanTV, el analista internacional Fernando Cocho ha indicado que Riad evita la responsabilidad e implicación directa de Bin Salman en este caso porque “demostrar la implicación directa del heredero sería un problema geopolítico y geoestratégico de alto calado”.
“Esto sería como reconocer las órdenes directas de un presidente de un Gobierno que ordena un asesinato dentro de un consulado de un país extranjero. Sería muy difícil que eso lo admitiera ningún Gobierno, ningún Estado que no fuera un Estado fallido”, ha matizado el analista.
Demostrar la implicación directa del heredero (Muhamad Bin Salman) sería un problema geopolítico y geoestratégico de alto calado (…) Esto sería como reconocer las órdenes directas de un presidente de un Gobierno que ordena un asesinato dentro de un consulado de un país extranjero”, ha indicado el analista internacional Fernando Cocho.
Cocho ha subrayado que la forma legislativa y jurídica de Arabia Saudí se ha diseñado para “proteger a la familia real saudí, al heredero y a su círculo más próximo”, por lo que “sacrifica”, como es tradición en su política interior y exterior, a los ayudantes o a los adjuntos que han ejecutado sus instrucciones.
“No olvidemos que Arabia Saudí es un país con grandes modernidades, pero por otra parte, con estructura jurídica y de relaciones casi feudal”, destaca el analista.
Fuentes de la Inteligencia turcas ya habían informado con anterioridad que altos funcionarios saudíes están implicados en la muerte de Khashoggi. A su vez, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que autoridades de alto nivel de Arabia Saudí ordenaron el asesinato del periodista crítico con los Al Saud.
Asimismo, Organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha asegurado que el asesinato de Khashoggi fue “obra” del gobernante de facto de Arabia Saudí.
Bin Salman, además, ha movido desde un principio los hilos de la agresión saudí a Yemen que comenzó en 2015 y es responsable directo de la gran purga en la monarquía y del secuestro del primer ministro libanés, Saad Harir, ambos en 2017.
Fuente: Noticias HispanTV
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