Barak aseguró que en 2010, 2011 y 2012 el régimen israelí estuvo muy cerca de lanzar un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán pero tuvo que abortar sus planes debido a la oposición de algunos ministros y organismos de inteligencia israelíes.
El primer caso ocurrió en 2010, relató Barak en una entrevista difundida en el Canal 2 israelí. El entonces jefe del estado mayor del ejército del régimen de Tel Aviv, Gabi Ashkenazi, y del servicio de inteligencia israelí (el Mossad), Meir Dagan, rechazaron un ataque a Irán debido a las severas consecuencias previstas dada la falta de medios operativos para llevar a cabo la operación.
En 2011, también casi la totalidad de los altos mandos del ejército israelí, como los jefes del Mossad y otros organismos de inteligencia del régimen de Tel Aviv rechazaron la petición del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, para lanzar bombardeos aéreos sobre los centros nucleares de Irán.
En 2012, continuó Barak, el régimen de Tel Aviv canceló posibles operaciones contra Irán por la simple razón de que en aquel momento estaba llevando a cabo maniobras conjuntas con EE.UU. y no quería involucrar a Washington.
Israel ha amenazado y sigue amenazando a Irán con ataques a sus centrales nucleares, sin embargo, casi todos los expertos militares coinciden en que dicho régimen no tiene los medios necesarios para sostener una agresión bélica contra el país persa.
También, señalan al poderío militar de Irán, en especial su arsenal de misiles balísticos, como una de las principales razones que impiden posibles ataques aéreos y operaciones bélicas en su contra.
Además, la próxima entrega de los sistemas de defensa antiaéreo S-300 a Irán harían ya imposible cualquier ataque aéreo contra el país persa.
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