A través de una nota emitida el miércoles en su cuenta en Twitter, el prominente líder opositor, el sheij Isa Ahmad Qasem, reiteró su llamado a todos los estratos de la sociedad de Baréin a boicotear las elecciones parlamentarias y municipales, y recalcó que la participación en los comicios no resultaría en la consolidación de la democracia en el país árabe, ya que las comunidades están en gran parte excluidas del proceso político.
“¿Cómo sería posible fortalecer la democracia [en Baréin], mientras que las elecciones originalmente se diseñaron para destruirla? Esta es una elección cuyas puertas están cerradas hacia quienes buscan la democracia”, subrayó.
El distinguido clérigo chií hizo hincapié en que “la decisión correcta es boicotear la participación en las próximas elecciones. En ese caso, la democracia no desaparecería por completo y la dictadura no se institucionalizaría más”, agregó.
Anteriormente, el sheij Qasem había advertido de que las elecciones en Baréin solo están destinadas a reforzar la tiranía, y la gente es solo una herramienta para que el régimen gobernante lo domine por completo. “¿El sentido común autoriza la participación en tales elecciones?”, cuestionó.
En un comunicado emitido el 14 de septiembre, el partido opositor Al-Wefaq describió el boicot a las elecciones del 12 de noviembre como un deber nacional, enfatizando que el régimen de Manamá mantiene un control absoluto sobre el proceso electoral y busca instalar una legislatura débil, cuya tarea principal sería pulir la imagen de la corrupta dinastía Al Jalifa y encubrir sus abusos contra los derechos humanos.
En estos años, las formas de la supresión de las libertades públicas de los sucesivos gobiernos de Baréin han ido de un espectro a otro, como torturas (más de 6000 víctimas), detenciones arbitrarias (más de 20 000 casos de los cuales ocurrieron durante 11 años) y ejecuciones extrajudiciales (más de 200).
msm