“La prisión era un absurdo y un sueño consumista del juez Sergio Moro y de personas que quieren verlo pasar un día preso”, señaló el jueves en una entrevista con la radio local CBN, en que sostuvo que aguarda directrices de su defensa sobre la sentencia.
Lula ya fue condenado a 12 años y un mes de prisión en segunda instancia por supuesta corrupción asociada al caso Lava Jato y recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de facilitarle contratos, mientras que ha apelado la condena e interpuesto recursos, aduciendo que sufre una persecución judicial para impedir su vuelta a la Presidencia de Brasil.
El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil consideró el jueves la decisión como una injusticia para la democracia del gigante suramericano, y junto a formaciones como Levante Popular de la Juventud y el Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST) llamó a una marcha general en las afueras de la ciudad de Sao Paulo y a realizar este viernes en diferentes partes del país varios actos de protesta contra la sentencia del magistrado Moro, emblema de la operación Lava Jato.
La prisión era un absurdo y un sueño consumista del juez Moro y de personas que quieren verlo pasar un día preso”, señaló Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil.
Poco después de la orden de prisión contra Lula, favorito en todos los sondeos para las elecciones presidenciales de octubre, cientos de personas se congregaron frente al lugar del sindicato de los metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo, para expresar su apoyo a Lula.
“Yo quiero demonstrar que ellos son los que están cometiendo un crimen en este país. Estoy muy tranquilo”, declaró el exmandatario ante sus seguidores.
Varios mandatarios y exmandatarios de América han enviado un mensaje de solidaridad a Lula, entre ellos el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro; el presidente de Bolivia, Evo Morales; la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y el expresidente de Ecuador, Rafael Correa.
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