• Un soldado estadounidense entrena a un soldado canadiense. (Foto: Flickr)
Publicada: viernes, 21 de marzo de 2025 16:29

Canadá busca diversificar sus alianzas militares, alejándose de la dependencia histórica de EE.UU., mediante negociaciones con la Unión Europea (UE).

Ante las amenazas de castigo económico y anexión por parte de la Administración de Donald Trump, Canadá ha lanzado una serie de iniciativas para trasladar sus vínculos de defensa tradicionales con Estados Unidos a Europa y otras regiones.

La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, confirmó que Canadá ha estado en negociaciones con funcionarios de los gobiernos europeos sobre una alianza de defensa conjunta que incluiría proyectos de adquisiciones conjuntas.

En cuanto a la dependencia de Canadá a EE.UU. en el campo de defensa, Joly recalcó que “necesitamos nuevas alianzas (...) La retórica que sale de la Casa Blanca no solo es preocupante, sino que también es una amenaza a nuestra soberanía”.

Canadá revisa compra de aviones de combate F-35

También, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, reveló que ha ordenado una revisión de la compra por parte de Canadá del avión de combate Lockheed Martin F-35.

Carney señaló que ha mantenido conversaciones con funcionarios de los gobiernos francés y británico sobre si podrían ofrecer una alternativa al F-35 y si ese avión podría construirse en Canadá.

Al hacer referencia a las conversaciones con los líderes de Francia y el Reino Unido durante su viaje a Europa, aseveró que las relaciones en materia de defensa fueron un aspecto clave de sus conversaciones con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer.

“Las instituciones y normas internacionales que han mantenido a Canadá seguro ahora están siendo cuestionadas (…) Las prioridades de Estados Unidos, antes estrechamente alineadas con las nuestras, están comenzando a cambiar”, detalló Carney.

En este contexto, el ministro de Defensa de Canadá, Bill Blair, está a cargo de supervisar esta transición y evaluar alternativas a los cazas estadounidenses F-35.

Desde el pasado enero y la llegada de Trump a poder, las tensiones entre Ottawa y Washington han aumentado, y el Gobierno de Carney insiste en que Canadá nunca será parte de Estados Unidos, con énfasis en ratificar su soberanía e independencia.

Según los expertos, esta estrategia marca un paso hacia una política exterior más autónoma y diversificada, adicional a reflejar un intento por fortalecer su autonomía en un contexto internacional de múltiples centros de poder, donde la hegemonía pierde fuerza.

msr/hnb