El 27 de agosto de 2016, la nave espacial Juno hizo su primer acercamiento al planeta Júpiter, obteniendo información sobre su atmósfera interior que cuestiona los supuestos anteriores, según dos artículos de la revista Science, publicados este jueves.
La misión, que fue lanzada en 2011 y comenzó su primera órbita el año pasado, permite a los científicos ver Júpiter de una nueva forma debido a su órbita elíptica; pasa sobre los polos del planeta y se sumerge a 5000 kilómetros de las cimas de las nubes.
Ahora, nuevos estudios publicados en la revista revelan los resultados de estos encuentros iniciales con el planeta del Sistema Solar.
En uno de esos estudios, liderado por el investigador Scott Bolton desde el Southwest Research Institute de San Antonio (Texas, en EE.UU.), se presentan los resultados del vuelo de Juno por encima de estas cimas de nubes. Las imágenes de los polos, que previamente no habían sido nunca vistas de Júpiter, muestran una escena caótica de características ovaladas brillantes, muy diferentes de las regiones polares de Saturno.
Estas imágenes revelan que los óvalos son ciclones y algunos de ellos alcanzan diámetros de más de 1400 kilómetros. Juno midió la estructura termal de la atmósfera profunda de Júpiter.
Al pasar por encima de las capas nubosas, la nave también midió la estructura termal de la atmósfera profunda del planeta. La información registrada revela la existencia de unas estructuras inesperadas que los autores interpretan como señales de acumulación de amoniaco, que brota desde la atmósfera profunda generando colosales sistemas climáticos.
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