“Queremos anunciar que hemos llegado a un acuerdo para brindar seguridad y estabilidad jurídica al Acuerdo Final; para asegurar su introducción al ordenamiento jurídico colombiano y para dar garantías de cumplimiento de dicho Acuerdo Final, tanto conforme al derecho interno colombiano como conforme al derecho internacional”, han manifestado este jueves ambas partes a través de un comunicado leído por Rodolfo Benítez, garante del Gobierno cubano, y Rita Sandberg, de Noruega, en La Habana (capital cubana), sede de los diálogos de paz entre la guerrilla y el Gobierno colombiano.
En esta línea, el jefe negociador del Gobierno de Colombia, Humberto de la Calle, ha afirmado que estas medidas pueden considerarse un camino seguro para actuar dentro del marco de los objetivos del acuerdo de paz.
Queremos anunciar que hemos llegado a un acuerdo para brindar seguridad y estabilidad jurídica al Acuerdo Final; para asegurar su introducción al ordenamiento jurídico colombiano y para dar garantías de cumplimiento de dicho Acuerdo Final, tanto conforme al derecho interno colombiano como conforme al derecho internacional”, han manifestado el Gobierno de Colombia y las FARC.
Se trata, según él, de un "acuerdo equilibrado" que garantiza "seguridad jurídica, algo que le conviene a todos (…) Habrá un mecanismo para que colombianos tomen decisiones sobre lo pactado”.
Los acuerdos finales serán recogidos en una legislación especial para que sean irrevocables e ingresarán al bloque constitucional de Colombia como normas transitorias.
El consenso cuenta con seis puntos y detalla que Bogotá introducirá un nuevo artículo transitorio en la Constitución a fin de blindar lo acordado, de forma que sea cumplido y no pueda ser cambiado. Asimismo, apunta a que los organismos internacionales verifiquen lo acordado.
"Seguimos trabajando en temas como dejación de armas, zonas de ubicación y garantías para el pueblo colombiano": Humberto De la Calle
— Presidencia Colombia (@infopresidencia) May 12, 2016
Desde 2012, las negociaciones de paz entre ambos lados ha tenido como objetivo finalizar un conflicto armado interno de más de medio siglo que, según cifras oficiales, se ha saldado con 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados. Las partes fracasaron en firmar el acuerdo de paz que tenían previsto para el 23 de marzo,
En este contexto, Iván Márquez, jefe de la delegación de FARC, expresó el 6 de mayo la disposición de la guerrilla a someter los acuerdos de paz a una consulta popular, tal y como lo ha propuesto el Gobierno de Juan Manuel Santos.
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