“Kim Jong-un [el líder norcoreano] ha clarificado las políticas estratégicas y tácticas para garantizar más confiablemente el fortalecimiento de la disuasión de guerra para la autodefensa (...) a fin de hacer frente a las provocaciones militares cada vez mayores de EE.UU. y sus fuerzas vasallas en contra de la República Popular Democrática de Corea, y ha establecido las tareas para su implementación”, ha informado este domingo la agencia estatal norcoreana KCNA.
Las autoridades de Corea del Norte han apostado por un “progreso acelerado de la ciencia y la tecnología de defensa”, así como por un “desarrollo radical de la industria defensiva”, que les permitan responder “con prontitud e inteligencia a la dura situación regional y a la inestable estructura de las relaciones internacionales” para defender “con firmeza sus derechos soberanos inviolables”.
Según Kim, esta es la vía para que el país se posicione como una fuerza independiente, representativa y poderosa en pro de la construcción de un mundo multipolar justo.
“Para hacer frente a las exigencias y características de la guerra moderna y hacer frente a los escenarios de guerra y modos de ejecución siempre cambiantes del enemigo, debemos mejorar nuestras capacidades para hacer una guerra intensificando la investigación de nuestro propio estilo de tácticas, dando un impulso ininterrumpido al trabajo de poner su comando de operaciones sobre una base informática y moderna y estudiando y aplicando constantemente las formas y métodos científicos de entrenamiento”, ha destacado.
A finales de noviembre, Kim culpó a EE.UU. por ser el “cabecilla de los perturbadores de la paz y la estabilidad” en la península coreana, por lo que estableció el fortalecimiento militar como una política irreversible, mientras resaltó que “lo que queda por hacer ahora es que las fuerzas del país estén plenamente preparadas para la acción”.
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