El comandante de la Fuerza Naval del Ejército de Irán, el contralmirante Hosein Janzadi, ha destacado este lunes el poderío de las unidades navales del Ejército y el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), que garantizan la seguridad en las aguas del país persa ante cualquier amenaza.
“La poderosa presencia […] del Ejército y el CGRI en el mar nunca ha permitido que los enemigos lleguen a las fronteras marítimas de Irán, pues saben que cualquier posible amenaza afrontará una respuesta aplastante”, ha subrayado en una reunión con altos mandos iraníes.
Conforme al contralmirante Janzadi, la situación de seguridad en el Golfo Pérsico, el estrecho de Ormuz y el mar de Omán goza de estabilidad, gracias a la presencia poderosa de las Fuerzas Armadas de la República Islámica.
La convergencia y la sinergia entre las Fuerzas Navales del Ejército y del CGRI son de suma importancia, y estas interacciones neutralizarán las acciones desestabilizadoras de los países transregionales y contribuirán al mantenimiento de la seguridad, ha agregado.
De la misma manera, ha remarcado la satisfacción del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, por la coordinación que existe entre ambas fuerzas iraníes.
Para Irán, su poder militar es una línea roja. Aunque su doctrina de defensa se basa completamente en la disuasión y, de hecho, nunca ha iniciado guerra alguna, está preparado para salvaguardar su soberanía ante todo tipo de agresión.
De hecho, tal y como resaltó en pasado febrero el coordinador adjunto del Ejército, el contralmirante Habibolá Sayari, los enemigos temen las capacidades defensivas de Irán y resulta imprescindible defender la seguridad y la integridad territoriales del país persa, un asunto que depende de las acciones de las Fuerzas Armadas iraníes.
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