El comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de división Hosein Salami, denunció el asesinato de Hasan Sayad Jodayi, coronel de esta fuerza militar, “por la gente más despiadada, los sionistas”.
Asimismo, puso de relieve que el enemigo estuvo rastreando al militar iraní desde Estados Unidos e Israel durante meses y años con el fin de segarle la vida en algún momento.
“Nos vengaremos de los enemigos [por su asesinato]”, prometió el lunes el máximo comandante del CGRI, durante una reunión con la familia de Jodayi, quien perdió la vida el 22 de mayo tras recibir cinco disparos en la cabeza cuando se encontraba en su coche en la puerta de su casa en el este de Teherán, la capital persa.
En este contexto, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, aseguró que utilizarán “todas las capacidades políticas, legales e internacionales” de la Cartera que dirige para “perseguir el caso de ese asesinato criminal” con el fin de “castigar a los elementos de ese acto terrorista y responsabilizar a los autores intelectuales y patrocinadores de los terroristas”.
Lo ocurrido suscitó condenas en todo el país persa. El CGRI denunció el atentado criminal como un “acto terrorista” cometido por “elementos vinculados a la arrogancia mundial”, en referencia a Estados Unidos e Israel y aseguró vengar la sangre de su coronel.
Ante las advertencias de la República Islámica, la emisora israelí Kan anunció el mismo lunes que los funcionarios del régimen de Tel Aviv temen un ataque con misiles o aviones no tripulados (drones) por parte de Irán.
De hecho, reveló, colocaron varios sistemas de defensa aérea, incluido la Cúpula de Hierro, en alerta máxima. Es más, el consejo de seguridad nacional israelí alertó de que la amenaza para los israelíes que supone Teherán es alta en otros Estados fronterizos con Irán, por lo que los israelíes “deben permanecer atentos” y seguir “las precauciones necesarias”, si viajan a estos países.
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