“A Rafael Correa (expresidente ecuatoriano), los oligarcas no le perdonan haber reforzado el Estado Ecuatoriano y haber trabajado siempre en favor de los más débiles”, declaró Iglesias en un vídeo difundido el pasado 30 de junio.
El funcionario español destacó que no se debe permitir la persecución contra los líderes populares como Correa, que colocaron en primer plano la dignidad de los pueblos latinoamericanos. El exmandatario ecuatoriano es víctima de “una campaña mediática, judicial y política”, dijo Iglesias.
Al respecto, la Cancillería de Ecuador tachó las declaraciones de Iglesias de una intervención en los asuntos internos de otro país. “Expone una opinión subjetiva, inexacta y grosera sobre el funcionamiento de la Administración de Justicia del Ecuador”, expresa una nota diplomática ecuatoriana entregada el miércoles a la embajada de España en Quito
Desde el lunes, 29 de junio, se estudia una apelación interpuesta el 30 de abril por los abogados del expresidente ecuatoriano, después de que el día 7 de ese mes una corte le condenara a ocho años de cárcel. La sentencia considera a Correa como “autor mediato” del caso Sobornos.
El supuesto caso de corrupción contra Correa comenzó en mayo de 2019, cuando el portal de comunicación La Fuente publicó una investigación que aportó información sobre las contribuciones económicas de empresas multinacionales, entre ellas la constructora brasileña Odebrecht, al movimiento Alianza País (AP) desde noviembre de 2013 hasta febrero de 2014 para la campaña presidencial de entonces.
Correa denuncia que el corrupto es su excorreligionario, el actual presidente de Ecuador, Lenín Moreno, pero sigue impune por contar con el apoyo y la protección de EE.UU.
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