• El fundador de Wikileaks, Julian Assange, en el balcón de la embajada de Ecuador en Londres (capital británica), 19 de mayo de 2017.
Publicada: viernes, 10 de agosto de 2018 1:24
Actualizada: viernes, 10 de agosto de 2018 10:25

Ecuador afronta duras críticas tras los comentarios de su canciller respecto a que los asilados, como Julian Assange, no deben opinar ni interferir en política.

El ministro de Asuntos Exteriores de Ecuador, José Valencia, ha manifestado esta semana que de acuerdo con el derecho internacional y las convenciones que regulan el asilo, “una persona que está asilada (en referencia a Assange) no puede efectuar pronunciamientos que afecten la relación de Ecuador con otros países o que estos signifiquen una interferencia en las situaciones internas de otros”.

Las declaraciones publicadas este jueves por el diario ecuatoriano El Universal le han valido duras críticas por parte de periodistas y activistas, como es el caso del abogado constitucionalista estadounidense Glenn Greenwald, de The Intercept, a quien le ha parecido muy extraño que se le prohíba al creador de Wikileaks, Julian Assange, asilado en la embajada ecuatoriana en Londres, capital británica, hablar sobre política y reportar sobre la actualidad mundial.

“¿Es esta una norma generalmente aceptada ahora en la ley de asilo internacional: ¿que una vez que un gobierno otorga asilo a alguien (junto con la ciudadanía) para protegerlos de la persecución política, al asilado se le prohíbe hablar sobre política internacional?, ¿cuándo se creó esta regla?”, ha escrito Greenwald en Twitter.

Con este mensaje, Greenwald ha tachado al Gobierno de Ecuador, presidido por Lenín Moreno, de “pequeño” y “subordinado”.

En la misma línea, el fundador del sitio web Megaupload, y activista Kim Dotcom, ha manifestado sin rodeos que “Ecuador está ahora siendo gobernado por los gusanos intestinales que viven en el ano del imperio de EE.UU.”.

¿Es esta una norma generalmente aceptada ahora en la ley de asilo internacional: ¿que una vez que un gobierno otorga asilo a alguien (junto con la ciudadanía) para protegerlos de la persecución política, al asilado se le prohíbe hablar sobre política internacional?, ¿cuándo se creó esta regla?”, escribe el periodista y abogado constitucionalista estadounidense Glenn Greenwald en su cuenta de Twitter.

 

La especulación ha aumentado en las últimas semanas al saberse que Moreno está preparando entregar a Assange a las autoridades británicas para que cumpla su pena por desacato, si le garantizan que no será extraditado a Estados Unidos.

Assange no puede salir de la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 porque, de hacerlo, el Reino Unido lo extraditaría casi con toda seguridad  a Suecia, que pretende juzgarlo por presuntos delitos sexuales, que él niega.

Además, si fuera extraditado a Suecia, las autoridades de este país podrían extraditarlo a su vez a Estados Unidos, donde podría ser procesado por filtrar secretos relevantes para la seguridad nacional estadounidense y condenado por ello a pena de muerte.

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