“La continuación de las actividades y la expansión de asentamientos plantean una serie de preguntas honestas acerca de las intenciones, a largo plazo, de Israel y solo hará mucho más difícil el logro de una solución de dos Estados”, recalcó el viernes el portavoz del Departamento estadounidense de Estado, John Kirby.
La continuación de las actividades y la expansión de asentamientos plantean una serie de preguntas honestas acerca de las intenciones, a largo plazo, de Israel y solo hará mucho más difícil el logro de una solución de dos Estados", de acuerdo con el portavoz del Departamento estadounidense de Estado, John Kirby
Más adelante, destacó que Washington sigue estando “profundamente preocupado” por las medidas adoptadas por las autoridades israelíes para crear, efectivamente, un nuevo asentamiento en Cisjordana.
En diciembre, el ministerio de asuntos militares del régimen israelí añadió un componente en la ocupada Cisjordania a la jurisdicción del consejo regional de Gush Etzion, una agrupación de al menos 20 asentamientos con una población de más de 20.000 personas.
Tras precisar que EE.UU. mantiene una postura clara sobre las nuevas actividades relacionadas con la construcción de nuevos asentamientos israelíes, Kirby tachó de “ilegítima y contraproducente” la iniciativa para la cuestión de la paz.
El plan extenderá los asentamientos ilegales del régimen israelí a las proximidades de un campo de refugiados palestinos, lo que elevará la perspectiva de más enfrentamientos.
“La cercanía al campo dará lugar a una directa fricción con los residentes del campamento. Habrá más mártires, más presos y más heridos”, declaró Osama Jawabra, miembro del comité del campo de refugiados de Al-Arroub, entre las ciudades de Al-Jalil (Hebrón) y Beit Lahm (Belén).
Según el resultado de una investigación publicada el pasado mes de diciembre por el diario israelí Haaretz, “donantes privados estadounidenses financiaron masivamente los asentamientos israelíes a través de fundaciones sin ánimo de lucro libres de impuestos, con las que recaudaron más de 220 millones de dólares para las comunidades judías en Cisjordania entre 2009 y 2013”.
Las Naciones Unidas y la mayoría de los países consideran los asentamientos israelíes como ilegales porque los territorios fueron capturados por el régimen israelí en la guerra de 1967 y están, por lo tanto, sujetos a los Convenios de Ginebra que prohíben construir en territorios ocupados.
Más de medio millón de israelíes vive en más de 120 asentamientos ilegales construidos desde la ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania y el este de Al-Quds (Jerusalén).
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