El pasado 12 de enero, la Fuerza Naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) capturó dos navíos de la Marina estadounidense, con 10 tripulantes a bordo, que se habían adentrado en aguas nacionales, a unas tres millas de la isla Farsi, en el Golfo Pérsico.
Al día siguiente, Irán comunicó la liberación en aguas internacionales de los infantes de marina, luego de que estos presentaran las debidas disculpas. El comandante de la Fuerza Naval del CGRI, el contralmirante Ali Fadavi, confirmó que un fallo en los sistemas de navegación había llevado a los barcos de EE.UU. a aguas territoriales de Irán.
Transcurridos siete meses de la breve detención de los militares estadounidenses, la Marina del país norteamericano ha anunciado que castigará al teniente Nartker, hallado culpable de lo sucedido por su “mala gestión”, en violación del artículo 90 del Código Militar al no obedecer una orden de un cargo superior, informó el jueves el portal USNI News.
El castigo al militar podría variar entre pagar una multa y ser despedido de la Fuerza Naval del país.
Ha sido interrogado también un marine no identificado que, sin embargo, ha sido absuelto de todos los cargos que pesaban en su contra, informó el medio.
En junio, la Marina estadounidense puso en marcha una investigación por la captura de sus lanchas por Irán, cuyo resultado culpa a los marines de “gestión mala y sin preparación”, además de acusarlos de no respetar las normas y estándares requeridos.
El informe concluye: "este incidente fue el resultado de un liderazgo fracasado a distintos niveles, del táctico al operativo".
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