Según informa el rotativo estadounidense The Hill, el miércoles un grupo de seis senadores, tanto republicanos como demócratas, presentaron una resolución en la cual condenan las acciones desestabilizadoras del príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, además de señalarle como el responsable del asesinato del periodista crítico saudí Khashoggi.
“Esta resolución anuncia con certeza que el príncipe heredero de Arabia Saudí es cómplice en el asesinato del señor Khashoggi y ha sido un actor desestabilizador en la región y ha puesto en peligro nuestros intereses de seguridad nacional en varias frentes”, se lee en la citada resolución, redactada y firmada por los senadores Lindsey Graham, Marco Rubio, Todd Young, Dianne Feinstein, Ed Markey y Chris Coons.
Además en el mencionado documento Graham asegura que se tiene que ser “obstinadamente ciego” para no llegar a la conclusión de que el asesinato de Khashoggi fue por orden del príncipe heredero y advierte que EE.UU. debe distanciarse de Bin Salman.
“Si el Gobierno saudí va a estar en las manos de este hombre por mucho tiempo, encuentro muy difícil poder hacer negocios, porque creo que él está loco, creo que es peligroso y ha puesto la relación (con Estados Unidos) en riesgo”, dice.
Esta resolución anuncia con certeza que el príncipe heredero de Arabia Saudí (Muhamad bin Salman) es cómplice en el asesinato del señor (Jamal) Khashoggi y ha sido un actor desestabilizador en la región y ha puesto en peligro nuestros intereses de seguridad nacional en varias frentes", se lee en la resolución presentada por senadores estadounidenses sobre el caso del periodista saudí asesinado.
A su vez Corker, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., afirmó que si se celebrara un juicio justo no habría duda que, considerando las evidencias, “Bin Salman sería encontrado culpable en menos de 30 minutos”, y apostó por sanciones contra el régimen de Riad.
Este jueves el Senado de Estados Unidos tiene planeado abordar la agresión saudí en Yemen y la citada resolución también apuesta por la imposición de sanciones contra Arabia Saudí por el asesinato de Khashoggi, algo que la Casa Blanca se ha negado a hacer dado que insiste en la inocencia de Bin Salman en este caso —postura que tanto analistas como personajes políticos aseguran que es para preservar los intereses económicos de EE.UU.—.
El historial del príncipe heredero saudí es negro, pero el asesinato del columnista opositor es el que más proyección internacional ha tenido. Bin Salman también es responsable de la agresión saudí a Yemen y del secuestro en 2017 del primer ministro libanés, Saad Hariri.
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