• El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, pronuncia un discurso ante el Parlamento en Teherán, 7 de octubre de 2018. (Fuente: AFP)
Publicada: miércoles, 24 de octubre de 2018 19:20
Actualizada: jueves, 25 de octubre de 2018 11:47

El Gobierno de Teherán critica nuevas sanciones a Irán anunciadas por el Tesoro de EE.UU. como treta para “desviar” la atención del asesinato de Khashoggi.

“Para evitar titulares sobre la brutalidad de Arabia Saudí en Estambul y en todo Yemen, el Tesoro de Estados Unidos —desde Arabia Saudí, nada menos— sanciona a Irán por “apoyar” a los antiraníes talibanes, omitiendo convenientemente que EE.UU. está negociando con los mismos talibanes ahora y que sus clientes los han respaldado durante mucho tiempo”, ha tuiteado hoy miércoles el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif.

En coordinación con Estados Unidos, Arabia Saudí y Baréin han añadido a su lista negra de terroristas al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) y al comandante de sus Fuerzas Quds, el general Qasem Soleimani, militar iraní de alto rango célebre por su destacado papel en la lucha antiterrorista en Irak y Siria.

El Ejecutivo estadounidense ha tardado en reaccionar de forma satisfactoria al asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, que estaba criticando la política de los Al Saud. En concreto, el presidente de EE.UU., Donald Trump, se ha mostrado inclinado a aceptar contra viento y marea la versión saudí, justificándolo por su deseo de no perjudicar el multimillonario comercio de armas con el régimen de Riad.

Para evitar titulares sobre la brutalidad de Arabia Saudí en Estambul y en todo Yemen, el Tesoro de Estados Unidos, —desde Arabia Saudí, nada menos— sanciona a Irán por “apoyar” a los antiraníes talibanes, omitiendo convenientemente que EE.UU. está negociando con los mismos talibanes ahora y que sus clientes los han respaldado durante mucho tiempo”, ha tuiteado hoy miércoles el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif.

 

El asesinato de Khashoggi, en paradero desconocido desde su entrada hace dos semanas en el consulado saudí en Estambul, ha provocado una tormenta en el seno de la familia real saudí, ya que fuentes policiales turcas aseguran que el crimen fue cometido por orden del príncipe heredero, Muhamad bin Salman.

El caso Khashoggi ha despertado además un aluvión de críticas a Arabia Saudí a nivel mundial y ha hecho que muchos países estén considerando limitar sus lazos militares con Riad a modo de castigo por el asesinato.

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