Estas imágenes dieron la vuelta al mundo, un policía blanco, acaba con la vida de un hombre negro que supuestamente estaba vendiendo cigarrillos ilegalmente.
Sus gritos de “no puedo respirar” levantaron la indignación. Hoy, después de cinco años, la justicia llegó. El castigo al policía homicida fue, despedirlo de su trabajo.
La familia de Eric Garner y los activistas por los derechos de los negros expresaron su alivio, aunque no están de celebración, dicen que la justicia llega cinco años tarde y sin pena ni cárcel.
En 2014, un gran jurado estatal se negó a acusar a Daniel Pantaleo. Sin embargo, las autoridades federales mantuvieron la investigación de derechos civiles.
El pasado mes de julio los fiscales anunciaron que no presentarán cargos contra el policía.
La familia de Garner seguirá buscando justicia contra los otros oficiales involucrados, y luchará para prohibir el estrangulamiento, que condujo a la muerte de su padre.
En las calles, miles protestaron porque a los ojos del sistema judicial de Estados Unidos, la vida de los negros no importa.
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